Mujeres construyendo memoria y resistencia en “El placer”

Por Lili Robayo

Mujeres construyendo memoria y resistencia en “El placer”

El centro Nacional de Memoria histórica reúne evidencias y herramientas valiosas de tradición oral para edificar así piezas testimoniales hechas literatura que conserven los sucesos acaecidos en los municipios golpeados por el conflicto armado en Colombia.

El Placer. Mujeres, coca y guerra en el Bajo Putumayo, es un informe que nos sumerge en un recorrido por las décadas de finales de los 70 y hasta el año 2006; periodo histórico en que Colombia empieza a fijarse en el mercado de la coca y, así mismo, las plantaciones de esta empiezan su expansión en distintas regiones en las que se desataca la violencia, específicamente, en el Bajo Putumayo.

Este tomo ofrece tres capítulos que contextualizan y explican las dos décadas de controversia del territorio entre los actores que situaron la violencia en diversos municipios que conforman este departamento, tomando como una de sus bases de acción principales a El Placer.

El libro sintetiza de manera acertada cada evento crucial en la historia del municipio; sin generalidades da un repaso detallado de las condiciones previas, la situación de auge y la situación actual del municipio. El eje principal nos sitúa en una guerra que ha vivido esta parte de la Amazonía occidental por años, el desarrollo y consecuencias civiles de las disputas territoriales en torno a la siembra de la coca. Así mismo, evidencia cómo los grupos armados del Frente 48 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el bloque sur Putumayo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), operaban para consolidarse como autoridades en la zona.

Celebración de negros y blancos en El Placer, archivo familiar, 1987

Luego del contexto cronológico, el texto nos presenta un resumen de lo que fue la vida cotidiana en cada periodo de dominio, las dinámicas de jurisdicción de cada grupo armado y de la difícil imparcialidad que debían ejercer los habitantes para no proclamar algún tipo de “traición” a alguno de los grupos que alternaba su permanencia en El placer.

La historia ya no se cuenta a través de las figuras heroicas de vencedores o derrotados, ya no es de un tono muy oscuro o muy claro, ahora se cuenta desde los testimonios reales de los protagonistas verídicos en posición de desmovilizados y de las víctimas. Aquellos hombres, mujeres y niños que plasman en sus palabras el relato del horror pero también de dureza y aguante que los mantuvo vivos en medio de las balas, las reglas desiguales impuestas por aquella guerra intrusa que durante largas temporadas hizo uso indebido de las calles, las fincas, las escuelas, los campos deportivos, el cementerio, los callejones, los huecos, los ríos, los habitantes nativos y pobladores de El placer.

Los relatos dan una muestra de las implicaciones de las diferentes medidas de orden social en la comunidad, de las posiciones que tuvieron que adoptar para cambiar la simbología de la guerra, en especial, la resistencia y resiliencia de las mujeres que fueron pieza clave para enfrentar esa configuración social impuesta por los paramilitares y guerrilleros. En medio de las historias de lo ocurrido, se destaca la figura de María Noemí Narváez de Oliva, “La abuela”, recordada por ser una lideresa en el territorio, quien se encargó muchas veces de interpelar y mediar con los bandos que regulaban las actividades de aquella jurisdicción. Ella abogaba por la estabilidad de la zona, las iniciativas en torno a la educación y también evitó algunos crímenes en contra de la vida de habitantes señalados por faltar a alguna ley o por ser considerados sujetos desconocidos en el municipio según las autoridades de guardia. 

“La abuela” lideresa y mediadora de El Placer, tomado del documental “El placer Mujeres, coca y guerra en el bajo putumayo”, autor Centro Nacional de Memoria Histórica

No solo son cifras, ni datos históricos, es más bien una construcción colectiva de la memoria. Esta recopilación de historias nos acerca a una reflexión sobre el papel interpelativo y emancipatorio, especialmente, de las mujeres que habitaron y vivieron la guerra en carne propia y de cómo bajo el flagelo, las formas de resistencia y redes de apoyo lograron hacer frente y reconstruir las grietas que fragmentaron el tejido social de la comunidad. El informe se acompaña además de un documental que presenta los relatos de sobrevivientes que narran y recrean a través de un mapa, los distintos escenarios donde la violencia ejercida de los grupos criminales en su periodo de autoridad sobre el municipio marcó un precedente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Centro de Memoria Histórica. El Placer. Mujeres, coca y guerra en el Bajo Putumayo. Colombia, 2020.

Trenzar Memorias, No. 2, Noviembre, 2021

Lili Robayo
Lili Robayo
Es estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Minuto de Dios. Actualmente es colaboradora del medio digital Diario de Cundinamarca y gestiona proyectos culturales independientes a través de su medio “Rostros y lugares”.